domingo, 15 de marzo de 2009

Haciendo otra maleta, no la mía.


Me levanté con esa sensación de que ya era hora de terminar lo que hace mucho tiempo que terminó, por lo que le mandé este mensaje:


Yo: ¡Hola! Todavía tengo mucha ropa tuya aquí. ¿Qué quieres que haga con ella? ¿Quieres que te la envíe?

Él: ¡Hola, N! Si es un problema para ti, entonces no me la mandes. Gracias por preguntarme, lo aprecio mucho.


Siempre me deja tres opciones:


A.- Tirarla a la basura (Ésta es la que más desahoga, pero sería un momento efímero)

B.- Enviársela (No, ésta no, que me saldría unos 300 euros y no se ha ofrecido a pagar el transporte. Descartada)

C.- Empaquetarla y regalarla.


La opción C no tiene ningún "pero". Lo tengo claro.

5 comentarios:

  1. Yo creo que debes optar por la B. Y tampoco hace falta que se la envíes en bandeja de plata, con enviársela por Paquete Azul de Correos cumplirás y te saldrá bastante más barato. ¿te fastidia ser tan "correcta"? No lo creas, cuando la reciba lo harás pensar y se quedará sin argumentos. ¿te vale?

    ResponderEliminar
  2. LA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que debes preguntar para que te diga las cosas mas claras.

    ResponderEliminar
  4. Creo que no le importa lo que hagas tú, así que lo que más te guste a ti sin tomarte molestias.

    Álvaro

    ResponderEliminar
  5. LA C, es lo màs parecido a la libertad creo! saluos desde mis azures. un beso. Joel

    ResponderEliminar