lunes, 3 de octubre de 2011

¿Qué hacer?


Digamos que por pura casualidad me he enterado que la mujer mi ex le está poniendo los cuernos...
No me deja indiferente, porque él es una persona honesta, legal y al que siempre voy a querer (¡ojo! que quede claro que como pareja no, hace mucho tiempo que nuestra relación terminó)

Mi pensamiento: ¿Qué debo hacer?

Si fuera otra persona, la verdad es que tendría claro que me mantendría al margen. No me gusta meterme en problemas entre parejas, pero es que me duele... Con él yo aprendí tantas cosas de la vida y tantas cosas sobre mí, que le estaré eternamente agradecida por haberme dado alas, dejarme ser yo misma y aprender cada día a quererme y valorarme.

Mi pensamiento: ¿Qué debo hacer?

De verdad que quiero que sea feliz. Hablé con él hace un par de semanas, y aunque me dijo que no era feliz, me contó que estaba estable y tranquilo, que no tenía ambiciones, pero que sentía relax. Y, aunque me hubiera gustado que me dijera que era feliz, me sentí satisfecha con sus palabras. Es una persona que ha sufrido muchísimo con una enfermedad muy grave, y con problemas importantes. Se merece ser feliz. Tiene un gran corazón.

Mi pensamiento: ¿Qué debo hacer?

Le acabo de enviar un mensaje para ver si podíamos hablar un día de estos... Me ha contestado en cuestión de segundos que mañana será genial que habláramos. ¿Genial?¡Oh, no! Me estoy arrepintiendo en este mismo instante.

Mi pensamiento: ¿Qué debo hacer?

Una cosa tengo clara y es que si yo fuera él, me gustaría que alguien como yo se lo dijera. Pero, claro, esa es mi opinión, y no la de él... De todas formas, no sé si lo haré o no, simplemente empezaré a hablar con él sobre todo en general e intentaré llevarlo al terreno apropiado. ¿Me atreveré? No tengo ni idea. Otra cosa que también tengo bien clara es que no quiero hacerle daño... ¿Le hago más daño diciéndole lo que ocurre u ocultándolo?
Corro el riesgo de que se enfade también conmigo, pero lo asumo.

¿Qué hacer?

PD: Se me olvidó poner, que encima es por teléfono, que está a miles de kilómetros de aquí. ¡Qué frialdad!


lunes, 23 de mayo de 2011

¡Qué complicado!




¡Qué complicado es el mundo de las relaciones de pareja!


La verdad es que a veces uno se siente como para tirar la toalla, y no estoy hablando de mí o de las parejas que he podido tener, sino de las confesiones que he escuchado a través de los años. Yo cuando he roto con una pareja es que lo tenía claro, y lejos de criticarlo a todas horas, puse un punto final a lo que daba por terminado. Sin embargo hoy, me he vuelto a encontrar con una reconciliación que se me escapa a todo entendimiento racional (sí, ya sé, el amor...). Si alguien te cuenta que ha sido maltratado durante años por su pareja, que le ha costado años de psicólogo para sobreponerse, etc, etc... que ha criticado a su pareja a más no poder... ¿Por qué vuelve? No puedo entenderlo, porque no entiendo el maltrato dentro del amor, porque no entiendo la humillación, la crítica, la desesperación, la ansiedad ni la depresión dentro del amor.


Se me vienen hoy a la cabeza varios casos de este tipo con diferentes matices y veo que les une más la hipoteca y los bienes gananciales que el amor, porque ni siquiera el sexo o la pasión, porque han sido de las primeras cosas que me han dicho que les iban mal.


Escucho, aprendo y trato de no dar mi opinión porque la verdad es que queda fuera de mi comprensión.

domingo, 22 de mayo de 2011

Mi casi amigo S


Mi casi amigo S se operó el jueves pasado.
Yo le envié un mensaje el viernes temprano en el que le decía algo así: "Espero que todo te haya salido bien. Te llamo esta tarde en cuanto salga del trabajo. Te envío toda mi energía y un beso enorme".
Su contestación: "Muchas gracias. Todo salió bien, pero no me llames esta tarde porque tendré a mi familia por aquí y no quiero que me vean hablando contigo. Yo ya te enviaré un mensaje cuando esté solo y pueda hablar contigo para que me llames"
Vamos a ver... que alguien me explique el significado de "no quiero que me vean hablando contigo", porque yo me quedé de piedra. Creo que lo normal es llamar a un "casi amigo" después de una intervención quirúrjica para saber cómo está y que su familia lo considere normal...o ¿no?. Ah, claro que la no normal soy yo.

Siento ser tajante, pero "querido casi amigo S", has pasado a mi lista de "ignorados". No estoy por la labor de que me veas así.

domingo, 8 de mayo de 2011

Caricia en mi espalda


Hay días en los que una caricia en mi espalda me mantendría a flote.

lunes, 2 de mayo de 2011

Tippex


Sí, ya lo sé... El día de la madre es otro de esos días comerciales, que sí, que ya lo sé... pero me gustaría poder borrar con tippex una frase de hace muchos años, del primer año en el que fui madre.
Resulta que ese día me llamaron mi madre, mis hermanas, mi suegra y mis cuñadas para felicitarme. Sinceramente yo no soy mucho de celebrar estos días, pero me gustó el detalle de todas ellas. Es importante sentirte querida y que se acuerden de ti, y a cada una de ellas les di las gracias de corazón. Y no recuerdo bien si yo le dije algo a mi pareja, al padre de mi hija, que estaba justo a mi lado y escuchó todas las llamadas. Si digo que le pregunté algo, miento, porque mi memoria no me deja encontrar la frase anterior, o si fue una mirada, no lo sé. Lo que sí sé es que me dijo:
" ¿Acaso tú eres mi madre para que tenga que felicitarte?"
Esa frase sí la recuerdo, y se me viene a mi cabecita cada año.

Voy a por un tippex del tamaño de la foto, que ya va siendo hora de borrarla para siempre (si me sobra algo, igual lo uso para borrar otras cositas)

domingo, 17 de abril de 2011

Soplan aires de libertad


Una vez que quise autoengañarme empecé a creerme que soplaban aires de libertad cercanos.
Fue tanto mi autoengaño, como instinto de supervivencia, que esa mentira comenzó a ser real. No llegaba la libertad deseada, pero sí que me parecía que el aire la traería desde el horizonte, que cada vez me parecía más cercano. Y mi mente creó en aquel momento un espacio tranquilo donde refugiarme de la cruda realidad que me azotaba.
Me gusta ser clara conmigo misma, no engañarme, enfrentarme a la realidad en cada momento, pero ahora estoy cansada y creo que empiezan a soplar esos aires que necesito... ¿Lo creo? Sí, y si lo creo es verdad.


No me gusta la esperanza como método de supervivencia, pero sí me gustan las ilusiones.

jueves, 7 de abril de 2011

Sí, enfermo... ¿pero de qué?


No llegaré nunca a entender qué le pasó a N. Tuvimos una relación de tres meses muy intensa, en la que compartimos secretos, en la que hablábamos durante horas diariamente y en la que queríamos más y más.
Desnudamos nuestros cuerpos y nuestras almas y nos sentíamos increíblemente bien. Nos escribíamos correos electrónicos si no hablábamos, nos echábamos de menos y hacíamos pequeños planes cada día. Fue para mí un amigo confidente y si tuviera que etiquetar nuestra relación con una sola palabra, la tendría clara: complicidad. Nos contamos hasta cosas que tienes guardadas en esa cajita que has cerrado con llave y que no quieres encontrar, ni la cajita, ni la llave... pero de repente todo terminó. Estuvo unos días diciéndome que estaba malo con gripe, y luego me escribió en un correo que estaba muy enfermo, que no había estado disponible para "volver a mí" y que su fe le dictaba que hiciera las cosas correctas para poder encontrarse mejor si es que fuera posible. Desde entonces, ni una sola palabra más.
Le envié un par de correos y el último el día de su cumpleaños, pero no recibí contestación a ninguno. Me hubiera encantado que me hubiera dicho adiós sin necesidad de explicaciones.

¿Soy perjudicial para su salud?