domingo, 17 de abril de 2011

Soplan aires de libertad


Una vez que quise autoengañarme empecé a creerme que soplaban aires de libertad cercanos.
Fue tanto mi autoengaño, como instinto de supervivencia, que esa mentira comenzó a ser real. No llegaba la libertad deseada, pero sí que me parecía que el aire la traería desde el horizonte, que cada vez me parecía más cercano. Y mi mente creó en aquel momento un espacio tranquilo donde refugiarme de la cruda realidad que me azotaba.
Me gusta ser clara conmigo misma, no engañarme, enfrentarme a la realidad en cada momento, pero ahora estoy cansada y creo que empiezan a soplar esos aires que necesito... ¿Lo creo? Sí, y si lo creo es verdad.


No me gusta la esperanza como método de supervivencia, pero sí me gustan las ilusiones.

jueves, 7 de abril de 2011

Sí, enfermo... ¿pero de qué?


No llegaré nunca a entender qué le pasó a N. Tuvimos una relación de tres meses muy intensa, en la que compartimos secretos, en la que hablábamos durante horas diariamente y en la que queríamos más y más.
Desnudamos nuestros cuerpos y nuestras almas y nos sentíamos increíblemente bien. Nos escribíamos correos electrónicos si no hablábamos, nos echábamos de menos y hacíamos pequeños planes cada día. Fue para mí un amigo confidente y si tuviera que etiquetar nuestra relación con una sola palabra, la tendría clara: complicidad. Nos contamos hasta cosas que tienes guardadas en esa cajita que has cerrado con llave y que no quieres encontrar, ni la cajita, ni la llave... pero de repente todo terminó. Estuvo unos días diciéndome que estaba malo con gripe, y luego me escribió en un correo que estaba muy enfermo, que no había estado disponible para "volver a mí" y que su fe le dictaba que hiciera las cosas correctas para poder encontrarse mejor si es que fuera posible. Desde entonces, ni una sola palabra más.
Le envié un par de correos y el último el día de su cumpleaños, pero no recibí contestación a ninguno. Me hubiera encantado que me hubiera dicho adiós sin necesidad de explicaciones.

¿Soy perjudicial para su salud?

domingo, 3 de abril de 2011

Sola y desnuda


Siempre fui defensora del enamorarse y de estar en el cielo mientras durara, aunque de sobra sabía que luego caería al infierno, y nunca conformarme con permanecer en el limbo.
Estos meses me han enseñado la dureza de mi posición durante estos años.
Ahora me cuestiono si era mejor haber permanecido en el limbo, nada de montañas rusas, pero "estar" y que alguien "esté" a tu lado.
No tengo ni idea de lo que es mejor, pero lo único que sé es que no es que me sienta sola, es que realmente lo estoy y me pesa en este instante esta soledad. Por supuesto que yo elegí los caminos que me trajeron hasta aquí... Siento que he perdido tanto en el camino hasta aquí que no sé si me queda algo más para perder, por lo que ahora estoy vacía para dar...

No me refiero sólo a las parejas que he tenido, también he perdido a mis amigos. Me siento desnuda y sola.