lunes, 16 de febrero de 2009

Lleno de odio.


Hoy mi jefe me dijo que nos odiaba a todos, como trabajadores y como personas.



No puedo entenderlo. Nunca he sentido odio por nadie, por lo que me tengo que remitir a lo que significa la palabra literalmente, y cuando se trata de sentimientos y emociones, no creo que pueda ponerme en el lugar de alguien sin poder sentir lo mismo. Desde luego que no quiero sentirlo para comprenderlo. Con esto no quiero decir que sea mejor o peor que nadie, simplemente que no he tenido ese sentimiento, pero sí muchos otros.


Creo que se odia a sí mismo y que ha perdido (no tengo claro que la haya tenido anteriormente tampoco) la capacidad de conmoverse con los pequeños detalles que le brinda la vida. Y por supuesto, es incapaz de ver el sufrimiento o necesidades de los demás.


¿Alguien me puede explicar la famosa frase que del amor al odio va un sólo paso?




No sé dónde leí o escuché una vez esta frase: "llamaradas de odio se escapaban de su corazón..." y eso es lo que yo vi hoy...

4 comentarios:

  1. Yo si entiendo de odio y cuando te hacen mucho daño es normal sentir odio hacia la persona. Da igual si la quieres o no en ese momento quieres que tu dolor se esfume con ella y que sea castigada por lo que te hace.

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  2. No es odio, es resentimiento y envidia mezclados y agitados. Se da tanto asco a sí mismo que no puede soportar ver que los demás llevan su vida apaciblemente, y se la intenta amargar cuando los ve felices.
    En tu mano está permitirlo.

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  3. Muchas gracias por la visita. Para odiar es preciso ser vehemente, al igual que para amar. Y hay gente que es incapaz de vivir ninguno de esos sentimientos. Se equiparan en pasión, pues sólo un ser pasional es capaz de sentir amor y capaz de sentir odio. Tal vez de ahí el... hay un paso. O del hecho de que el amor sublime normalmente es irracional y cuando uno se topa con la realidad es incapaz de comprenderla. De todos modos, se nos llena la boca con los te quiero y con los te odio, y rara vez el sentir llega a ninguno de los dos extremos.

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  4. Tu jefe es tonto del ojal, decirlo más claro puedo pero quedaria fatal. Todos hemos odiado alguna vez en la vida pero lo de los jefes es cronico. Un abrazo y gracias por tu visita.

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